viernes, 24 de mayo de 2019

Peligro, ¡pensión inminente! -Disertaciones sobre la calidad de vida-


El gozo vital no tiene edad
 
Pérdida del empleo, pensión por retiro, no hacer lo que uno ama… Son matices de lo mismo. No se ha puesto aún el acento en la calidad de vida que da el ir tras un ideal, consumir la vida en lo que es su verdadera misión o sentido. ¡No poca importancia tiene esto!

La vida, ¿Qué es la vida? ¿Cuál es su sentido y razón? Respuestas aquí habrá muchas y cada una de ellas estará no exenta de razón. Lo importante para nosotros –los seres humanos de este tiempo- es vibrar desde nuestro centro, hacerlo desde nuestra esencia. Logrado esto vamos por buen camino.

Si la calidad de vida no es una realidad para nosotros ahora, no importa perder el tiempo en tratar de entender porque fue que las cosas se han dado así y estamos en esa precaria situación; importa cambiar de inmediato, y para eso sólo la conciencia de ¿quiénes somos? Y de ¿qué hemos venido a hacer en esta vida? Es lo único importante. ¡Nada más!

Una persona que ha encontrado su esencia y se mueve desde su centro -desde su interior- no deja espacio para que su vida se maneje desde afuera por otros; sean estos los que sean. Sabe quién es él, se valora, y actúa en consecuencia. Se dirige hacia donde él lo ha decidido, no dejando espacio para lo que ha desechado en su plan de viaje.

¡Con estas razones pongámonos en marcha! Pero, ¿Cómo? Sugiero reflexionar sobre lo siguiente:
1.- Reorganiza tus prioridades. Pon como la primera responder a la pregunta: ¿Quién soy? Esta respuesta quizá te tome algún tiempo encontrarla, no importa ¡ya estás en el camino!
2.- ¿Qué es lo que más amas hacer? Supón que ya está resuelto tu aspecto económico, ¿A qué te dedicarías? ¿En qué invertirías tu tiempo? Aquí es conveniente tomar las primeras ideas o los primeros sentimientos que surjan, por muy locos que parezcan; es más, entre más locos serán seguramente más reales y aunque a primera vista no tengan sentido; lo más probable es que estén fuertemente conectados con tu esencia. Es importante aquí ser responsable, no cabe aquí la broma o el disparate a todas luces expuesto. Te darás cuenta de que aunque te parezca extremo o imposible lo que te llega por respuesta, si tiene conexión con los demás, con tu comunidad, con la sociedad en general; esa será una magnifica señal de que vas encontrando tu razón de ser, tu misión.

Una vez que tengas estas dos respuestas, serás consciente de que la primera te sitúa como un ser poderoso, capaz de lograr lo que se propone. Si no es esto compatible con lo que tienes por respuesta al punto uno, entonces aún no sabes ¿quién eres? Sigue buscando la respuesta… todavía no la has encontrado.        
La respuesta –o respuestas- a la segunda pregunta te indicaran en donde te realizas como persona y aportas lo mejor de ti mismo para todos los demás.
¿Cómo podrá ser productivo el que yo tome mi caña de pescar y me vaya solo al lago, o al río? Si acaso podré sacar algunos peces para mi alimento durante algunos días. Pero, ¿vivir de eso? ¡Sí! Ir solo con tu caña al río te pondrá en el ambiente de alta y muy adecuada vibración positiva que clarificará tu corazón y tu mente. De ahí saldrá todo lo demás. En la paz y la alegría que te provoca esta placentera labor, verás claro el camino para hacer productiva esta actividad y todo lo ligado a ella. Se te ocurrirá compartir tu gusto por pescar y te verás comercializando arte relacionado con la pesca. O vendiendo productos para pesca deportiva, o escribiendo libros y realizando cursos sobre este apasionante arte. Tal vez decidas montar un café gourmet para pescadores, en donde –ente otras buenas cosas- puedas recibirlos al regreso de sus jornadas de pesca para guisar los trofeos que hayan conseguido y amenizar sus emocionadas pláticas con exquisitos caldos a los que tan aficionados somos los pescadores. Y si el día de pesca no fue bueno y nada se pudo traer en la cesta (que como la vida, también es así la pesca y esos días existen) entonces podrás ofrecerles para recuperarse del mal rato tu carta, en la cual habrás dispuesto los manjares que les alegrarán y harán olvidar el desagradable incidente.  ¿Te das cuenta? Ves como cuando te sientes feliz haciendo lo que más amas –que debe ser tu estado natural permanente- todo fluye para bien y se te ocurren las mejores ideas y se ven claras las soluciones para cualquier problema. Esto no ocurrirá desde la tensión o la depresión provocada por sentir sólo el problema y dejarse abrumar por él.
Este ejemplo de la pesca sólo representa cualquier otra solución que naturalmente surgirá cuando tú estés en la frecuencia de claridad y aceptación adecuada. Puede ser cualquier otro asunto o actividad: tu afición por las motos, los autos, los globos aerostáticos, los viajes, el buen comer, la cetrería, la caligrafía, la música, la carpintería, o lo que habita realmente en tu corazón.

Calidad de vida es la clave. ¡Sobre ella debe girar todo!
Recuerda: No es la falta de dinero lo que te impide llevar a cabo tus proyectos vitales, es la falta de claridad sobre conocerte y saber lo que realmente deseas hacer; sobre lo que te realiza. El dinero o su ausencia no es la causa –nunca lo es-, es más bien consecuencia de creencias y patrones mentales adecuados; de una autoestima sana que te hace sentir merecedor y digno de recibir, de tener y de disfrutar. ¿Estás ahora de acuerdo con esto?

La pensión por retiro trae una gran trampa en la aparente seguridad económica que puede dar a las personas que ya debieran disfrutarla. La actividad –casi siempre relacionada con la necesidad de trabajar- al decretarse la pensión o la jubilación (términos técnicos contables más o términos menos), se ve como no necesaria; lo que abre la puerta a los demonios. Sí, a los demonios de la depresión, del fastidio, del aburrimiento, a la falta de objetivos y de tareas por realizar –que al no sentir la obligación de hacerlas-, acaban con la paz, con la salud y con todo lo bueno que puede tener un ser humano pleno.
Es triste, pero no son pocos los pensionados deprimidos que pasan el día acostados –viendo la TV- sin alicientes y con grandes bolsas de medicinas que les recuerdan los padecimientos –también no pocos- que les han sido decretados con la sentencia: de por vida. Pero si precisamente ese estado es el que le amenaza y arranca la vida. ¡Fuera de la cama! ¡Fuera depresión! Para esta la única medicina es la acción. Salir inmediatamente de la cama y ponerse a hacer lo que más nos realiza. Aquí se da un punto difícil, pues el ser humano deprimido, ya parece no encontrar la salida y por lo mismo nada parece poder volver a motivarlo a la acción, a la terapéutica actividad que dará sentido y color a su vida.
Lo mismo es válido para la pérdida del empleo a cualquier edad. Más ahora que nuestros jóvenes al no ser educados para ser emprendedores, salen directamente a las filas del desempleo.
De la misma manera lo expuesto aquí es igualmente válido para quien tiene un empleo que aborrece, que desea cambiar y que no se atreve a hacerlo por la pretendida seguridad que siente que le ofrece.

En esto -desde los jóvenes- los seres maduros y desde luego nuestros venerables ancianos, deben estar atentos y prender oportunamente las luces y sirenas de alarma; para evitar caer en las garras de la inactividad que compromete definitivamente su calidad de vida.

No hay duda: ¡Es la actividad la que nos hace felices! 
 

Autor: Fernando Jorge García Asomoza


ÍÎÏР  Ë   ÑÒÓÔ


Tzakapu, Michoacan