miércoles, 19 de junio de 2024

Como las páginas de un libro...

 


Las cosas son como las vemos

 

Nuestro mundo es exactamente lo que creemos que es, la gran mayoría no somos aún conscientes de que somos creadores –querámoslo o no- y creamos de una manera inconsciente nuestra realidad. Después invertimos una gran cantidad de tiempo, energía y emoción para buscar a los culpables de lo que nos pasa. En realidad no hay culpables y por lo mismo se pierde el tiempo tratándolos de hallar.

 

Hagámonos conscientes de nuestra capacidad y poder creadores, estos son maravillosos y forman parte de nuestra esencia, son connaturales a nosotros.

 

En forma rutinaria damos significado a lo que vivimos. Nuestros ojos ven lo que nuestra mente ha dispuesto de acuerdo a lo que creemos que es el mundo. Y así nos enfermamos porque en nuestro marco de referencia mental –en nuestro sistema de creencias- es aceptada la enfermedad como algo normal y natural. Lo mismo pasa con todo lo demás, con la vida, con la muerte, la carencia, o la abundancia; el miedo, la seguridad, la zozobra, la paz, etc.

 

Vemos las cosas como creemos que son y nos privamos de captar su misterio, su esencia.

 

Otra cosa es la creación deliberada, esta supone tener la conciencia plena de ser y sentirse creadores y desde ahí asumir la creación de nuestros deseos, necesidades o proyectos.

 

Definitivamente como los antiguos proyectores de cine, desde nuestra mente (idea-pensamiento) y desde nuestro corazón (emoción-sentimiento) proyectamos -desde nuestro interior- la realidad del mundo en que vivimos. Al desconocer que lo que vivimos es de nuestra propia creación, si no nos gusta y nos es agresivo; entonces buscamos culpables para esta situación. Nadie más que nosotros la hemos creado al permitirla, inconscientemente quizá, pero nosotros somos los únicos autores y por lo mismo los únicos responsables. ¡Esto es fantástico y terrible! Maravilloso si lo hacemos consciente y autodirigido. Nefasto si no tenemos noción de que nosotros lo hemos creado.

 

Aprender a movernos en la vida como creadores deliberados, como creadores responsables de nuestras creaciones es nuestro más necesario y conveniente negocio.

 

¿Cómo crear conscientemente? Nuestros ancestros desde tiempo remoto nos lo han indicado, nos han dejado las claves en muchas formas y lugares; pero parece que al sonarnos como fantástico o infantil lo hemos desechado y nos hemos distraído con los avances de nuestro mundo moderno. Sí, desde las culturas milenarias de todos los rincones de la tierra nos indican el camino. Nos dicen que en nosotros mismos, en nuestro interior está la clave, está lo que buscamos. Baste citar a los gnósticos: "Todas las cosas que vosotros pedís recta y directamente al Padre... desde el interior en Mi nombre, se os darán. Hasta ahora no lo habéis hecho... Pedid entonces sin motivaciones escondidas y estaréis rodeados por vuestras respuestas. Envolveros en vuestros deseos, pues vuestro gozo será pleno." Esto sólo por dar alguna de las muchas pistas. Es común que lo veamos con referencia a las religiones, pero podemos ubicarlo en la esfera del conocimiento que nos sea importante; a lo mismo está llegando la ciencia clásica (que en realidad es otra religión)

En el pedir está el dar, dicen nuestros abuelos.” Y esto parece ser la esencia de la cuestión que nos ocupa. Pues el universo nos complace a cada instante y nos da exactamente lo que le pedimos y así obtenemos lo solicitado para nuestro gozo y plenitud -si sabemos pedirlo correctamente-. Mucho podemos hablar sobre esto -y hablaremos en futuras entregas en este blog autorresponsable- pero baste por hoy hacernos conscientes de que nosotros creamos nuestra realidad, nadie más.

 

¿Te gusta tu realidad? ¿Eres feliz, pleno, sano y abundante? No te gusta tu realidad. ¿Y por qué no la cambias? ¿Te parece si utilizamos este blog para juntos aprender cómo hacerlo?

 

Hagámonos responsables de nuestra realidad y diseñémosla desde nuestro Ser interior.

 

ÍÎÏÐ Ë  ÑÒÓÔ

 

Autor: Fernando Jorge García Asomoza.

 

Ixtlahuacán de los Membrillos, Jalisco.

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